sábado, 4 de junio de 2016

La profesión docente y la comunidad escolar – M Fernández Enguita

·                    Siendo los padres los principales responsables e interesados en la educación de sus hijos, nada les permitirá realizar mejor su derecho a controlar esta e influir sobre ella que la oportunidad de intervenir en la gestión de los centros docentes
·                    Continua habiendo un amplio sector de padres que no se preocupa, al menos visiblemente, de los hijos
·                    No es menos cierto, sin embargo, que numerosos padres ni siquiera acuden al centro ante un problema individual de sus hijos
·                    Todo esto debilita la posición de los padres en general y frente a los profesores en particular.
·                    No es que las asociaciones de padres no sirvan porque la gente no participa, sino que la gente no participa por que no sirven
·                    La participación vendría a marcar la diferencia entre la instrucción y la formación, o entre la enseñanza y la educación
·                    Los padres que participa, por su parte, tiene que hacer frente, con frecuencia, a la acusación de que solo se preocupan de los problemas particulares de sus hijos, no de los problemas de todos
·                    El deseo de los padres no es sustituir a los profesores. Su deceso se reduce, normalmente, a poder controlar el resultado del proceso, las características del producto final; y, si no les complace, decirlo.
·                    En las actividades extraescolares suelen incluirse una serie de actividades y servicio de distinta naturaleza:
1.                  Actividades extramurales: realizadas fuera de las paredes de la escuela
2.                  Actividades extracurriculares organizadas por la escuela misma fura de la enseñanza reglada
3.                  Actividades extraescolares promovidas autónomamente por los padres
4.                  Servicios complementarios que atienden a necesidades planteadas por las condiciones materiales
·                    Los centros de enseñanza se han convertido en “aparcamientos” o “guarderías” donde depositar a niños y jóvenes en las horas en que sus familias no pueden atenderles
·                    Los alumnos son un tercer elemento de importancia. No solo son un colectivo presento cal que, como a otros, se le han otorgado derechos, sino que se supone son el centro de la institución y que, para ellos, la participación ha de tener también una dimensión formativa,
·                    Se pone en cuestión el papel de los padres como guardianes de los hijos
·                    Los alumnos se quejan de la escasa participación de algunos compañeros

·                    La ley orgánica reconoce la capacidad de hacer valer los derechos de los estudiantes. Su voto y su firma son estrictamente imprescindibles para muchas de las decisiones de los consejos.

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