“Esa
capacidad poco común de transformar en terreno de juego el peor de los desiertos”
–Michel Leiris
·
La autoridad es actualmente vista como
impotente y devaluada, en un estado débil y derrumbada
·
¿Es posible ver a un docente como esa
autoridad que sostenga y delimite lugares, trace líneas de continuidad entre
generaciones y produzca las interrupciones en lo injusto dentro de lo singular
y lo político?
·
Los tiempos actuales, lo dijimos, nos
colocan en posición de crítica y pensamiento, convocan a ubicarnos como
extranjeros de nosotros mismos y así, nos disponen a la transformación.
·
Si la autoridad que era ya no es, si su
eficacia se desvanece, su reconocimiento no viene dado y es dificultoso
“encarnarla”, se hace necesario disponerse al trabajo e interrogar los
escenarios sociales que estamos habitando hoy
·
El Maestro Ignorante es un texto de
crítica al concepto de autoridad en sí mismo,
·
Saber y poder para crear supuestos
sujetos autónomos y racionales, moldeados según la norma, sin diferencias ni
resistencias.
·
Jacotot sugiere que el maestro retire su
inteligencia del juego y deje hacer a la inteligencia de los alumnos su propio
trabajo, en soledad.
·
Desigualdad en un triple sentido:
o
la razón pedagógica moderna divide las
inteligencias en dos tipos: la empírica de los seres parlantes que se relatan y
se adivinan los unos a los otros y por otro lado, la inteligencia sistemática
de los sabios
o
la razón pedagógica se pone en escena
como el acto que levanta el velo sobre la oscuridad de las cosas, va de arriba
abajo, del fondo a la superficie y de ésta al fondo de las cosas.
o
todo este proceso lleva tiempo y un
orden detallado y determinado en ese tiempo que la razón pedagógica determina
por fuera de las temporalidades subjetivas.
·
El ejercicio de la autoridad del maestro
ignorante pone en cuestión la razón y la práctica pedagógica ordinaria, que
confía a la inteligencia del maestro el cuidado de colmar la distancia que
separa al ignorante del saber.
·
Diría Meirieu (1998) que se trata de la
diferencia entre “fabricar al otro” y “darle nacimiento”, esa compleja tarea de
introducir al otro en la vida ayudándolo a construir su diferencia, a ejercer
su libertad, aún cuando éstas lo alejen de quien sostuvo esta posibilidad, su
maestro.
·
El maestro ignorante sostiene,
fundamentalmente, un encuadre3 de trabajo que incluye de maneras diversas: su
palabra y sus silencios, una alternancia de presencias y ausencias, la
continuidad de su acción y un vacío necesario para que el otro se haga presente
con su pensamiento.
·
La autoridad pedagógica organiza un
campo de trabajo donde enseñanza y convivencia no se separan y
esto se alcanza rechazando ocupar lugares de saber-poder, pero dando cuenta de
su relación con el conocimiento e invitando a los otros a hacerlo.
·
“Los únicos insensatos son los que
tienden a la desigualdad y a la dominación, los que quieren tener razón.
La razón empieza allí donde cesan los discursos ordenados con el objetivo de
tener razón, allí donde se reconoce la igualdad: no una igualdad decretada por
la ley o por la fuerza, no una igualdad recibida pasivamente, sino una igualdad
en acto, comprobada a cada paso por estos caminantes que, en su atención
constante a ellos mismos y en su revolución sin fin en torno a la verdad,
encuentran las frases apropiadas para hacerse comprender por los otros” (Rancière,
2003: 97)
·
El maestro ignorante es quien se niega
al juego de la explicación que perpetúa la desigualdad